Sóc vertical però m’agradaria ser horitzontal
Festivales
Sóc vertical però m’agradaria ser horitzontal
María Antón Cabot
España - 2022
Presentación
Pocas cosas parecen más distantes que los universos de Belén, celebridad del corazón, y Sylvia, poeta estadounidense. Sin embargo, María Antón Cabot, integrante del colectivo lacasinegra, montadora y realizadora que estrenó en Sevilla su film <3, una exploración del amor contemporáneo, las hace confluir en un vórtice espacio-temporal entre el Benidorm actual y el de los años 50. Este mediometraje explora la inusitada complicidad entre dos mujeres que sienten y sufren intensamente, abiertas en canal ante el mundo. Con una soberbia a la par que cercana Ruth Gabriel como Belén.
Nació en 1982. En 2009 funda junto a Gabriel Azorín, Carlos Pardo, Jorge Medal y Elena López Riera el colectivo de investigación y prácticas audiovisuales lacasinegra. Ha trabajado en películas como Pas à Genève (2014) de lacasinegra como montadora y guionista, estrenada en el Festival de Sevilla; Una vez fuimos salvajes (2016), de Carmen Bellas como montadora y guionista, galardonada en Alcances y Novos Cinemas; <3 (2018), como directora, montadora y co-guionista, producida por DVEIN Films, estrenada en DOK Leipzig y galardonada en el Festival de Sevilla; H (2022) de Carlos Pardo Ros como montadora y Sóc vertical però m'agradaria ser horitzontal (2022), como directora, montadora y guionista, producida por DVEIN Films. Además, trabaja como mentora de proyectos en la ECAM (Escuela de Cine de Madrid).
Presentación de la película en la página web del Festival de Sevilla.






Equipo
Dirección: María Antón Cabot
Consigliere: Gabriel Azorín
Fotografía: Daniela Cajías
Sonido: Óscar Vincentelli
Montaje de sonido y mezclas: Miguel Martins
Arte: Pigmento Studio
Vestuario: Núria Pascual
Maquillaje: Alba Colorus
Producción: Carlos Pardo Ros & Teo Guillem
Productora: DVEIN Films
Enlaces
Créditos Inside Cinema
Textos: María Antón Cabot
Documentación y archivos: María Antón Cabot
'Sóc vertical però m’agradaria ser horitzontal'
En 1956 en la ciudad costera de Benidorm, Sylvia, poeta estadounidense, pasa su luna de miel. Tras una discusión con su marido, sale a dar un paseo; el sol pega fuerte y sufre una insolación. Confundida, viaja en el tiempo a 2022. Mientras deambula por el futuro se tropieza con Belén, celebridad de la TV.
Seguimos a estas dos mujeres en un día de playa, una especie de James Stewart siguiendo a Madeleine en Vértigo de Hitchcock. Es una película de dos mujeres que han quedado atrapadas en su propio juego de apariencias, y ante un lugar que no les exige nada, se encuentran, se liberan y logran ser felices durante un breve momento de tiempo.
Nuestro universo parte de estos dos iconos, que se encuentran y se acompañan, no es una atracción sexual, no va de buscar en la otra lo que una no es. Va de la complejidad de buscar al otro. Podemos tener vidas distintas y conectar. Y eso pasó también en la película; Odette y Ruth, las actrices que encarnan a las dos protagonistas, también eran dos actrices con vidas completamente diferentes, pero desde el primer día conectaron, esto fue primordial para poder transmitir lo mismo en pantalla. El cine permite eso, poder reflejar esos primeros momentos de amistad, algo tan fugaz que muchas veces ni recordamos.
Sylvia dice en sus pensamientos que “todos los hombres son cínicos y mentirosos”. Pero aún le queda mucho tiempo que recorrer. Cuando Sylvia llegue al Benidorm de 2022 y se encuentre con Belén, la película encontrará una nueva dimensión. Siendo
muy distintas, cada una venía de su lado, se borrarán las paredes y se atravesará la amistad. También está lo que piensan ambas mujeres y no dicen. Sin embargo, sus miradas, sus cuerpos y sus gestos revelarán aún más cosas sobre sí mismas.
Hay algo atemporal en ciertas historias, historias que podrían pasar en cualquier tiempo, que no son únicamente de este momento, y en ese momento el espectador puede hacerlas suyas. En definitiva, la película es casi un relato de misterio, sobre la incidencia inconsciente que el pasado tiene sobre el presente.
Después tomarán unas copas. Belén una cerveza, Sylvia un whisky.
Cómo surge la idea. Origen de la película
Me apetecía jugar con el imaginario de mi ciudad. Las historias de los pueblos se forman a partir de las personas que han contado cómo era ese lugar, de esta manera llegué a Sylvia y a Belén, que dejaron escrito en sus diarios su paso por mi pueblo.
Leí un artículo en el que hablaba que en junio de 1956, Sylvia Plath y Ted Hughes se fueron de luna de miel y pasaron por Benidorm. Más tarde en el tiempo leí la biografía de Sylvia. Por otra parte Belén Estebán siempre ha veraneado en Benidorm, y todos la conocemos.
Lo que yo he hecho ha sido dar forma a lo que ellas han contado. Viendo la biografía de una y de la otra ví que podía surgir una amistad. Tenían muchas cosas en común, aunque a primera vista no lo pareciera. Sylvia se suicidó, y eso hizo que su nombre fuera equivalente a la tristeza. Pero su obra está llena de humor y es crítica al mismo tiempo. Una de las razones por las que son dos iconos, es porque han contado su historia personal y la gente ha valorado su espontaneidad al contarla. Belén no se calla, al igual que Sylvia que también era políticamente incorrecta en muchas ocasiones. Las dos se caracterizan por sacar su intuición y su vulnerabilidad. De alguna manera la vulnerabilidad es muy interesante para experimentarse a sí mismo, hay que equivocarse y no callarse, es la capacidad de responder al miedo sin parálisis.
Y me apetecía hacer una película sobre el nacimiento de una amistad, me interesan mucho esos primeros momentos, cómo surge la chispa, cómo se narran o se plasman esos primeros encuentros que normalmente pasamos por alto.



Dibujos de Sylvia Plath en Benidorm



Localizaciones. Benidorm antiguo




Rodaje
"PARSIFAL: Solo caminé un poco, y sin embargo parece que me hubiera alejado mucho. GURNEMANZ: Ya ves, hijo mío, aquí el tiempo se convierte en espacio." Parsifal (Richard Wagner, 1845)
Y si el tiempo puede convertirse en espacio. ¿Puede el espacio convertirse en tiempo?
Para plantear el viaje temporal planteamos un viaje espacial que iba desde la huerta de Benidorm hacia el mar, que es exactamente como se ha desarrollado la ciudad, por ejemplo, en la huerta de Benidorm aún quedan casas intactas de 1956, como en la que grabamos. En la foto siguiente podemos ver la distribución espacial de la ciudad.
Grabamos el viaje desde la huerta al mar, tal y como había crecido y evolucionado la ciudad. Justo el año en el que Sylvia visitó el pueblo, 1956, se aprobó el plan urbanístico que convertiría Benidorm en la ciudad de rascacielos que es hoy, una ciudad dedicada completamente al turismo, al ocio y al placer.
Rodamos la película en el orden que está montada, de izquierda a derecha, en el orden del guion, desde la huerta al mar. Un viaje temporal y espacial, un viaje interior y exterior de dos mujeres, de la ciudad y la sociedad. La transfiguración de Sylvia en Belén, a través de los miedos, del anhelo de ser famosa, de ser feliz, una continuación... Mientras Sylvia especula sobre todas las posibles vidas: si fuera rica, si viviera en otro barrio… Belén se inventa una vida por casualidad que ninguna otra ha escrito.


Localizaciones. Ambientes en Benidorm
Fotografía
Nos imaginamos un lenguaje clásico con planos fijos y paneos. Frontalidad.
Y crear profundidad con la composición del plano. Trabajar con capas de acción, elementos en escena y coreografías. Entrando y saliendo de cuadro o quedando tapado por paredes o puertas.
Un buen ejemplo de referencia es La Terra Trema de Visconti.
Una película limpia, clara, trabajando con diafragmas lo más cerrados posible para tener mucha profundidad de campo. Evitando los primeros términos y el foco crítico.
Tono no muy rígido, la cámara se adelanta a algunas acciones, que por momentos parece adquirir una personalidad propia que nos descubre cosas antes que los propios personajes.
El lenguaje clásico impregna la película. Las distancias, los contrapicados y picados. Jugamos con la verticalidad y horizontalidad de la ciudad.
Creamos cierta distancia con el tono dramático del guion. No queríamos que todo estuviera en un tono dramático, intenso, sino que buscamos cierta ligereza en la dramaturgia.
Un buen ejemplo de referencia es John From de João Nicolau, tanto de puesta en escena, como de tono y cámara.











